Mil películas (I)

Bueno, tantas no, pero son muchas las películas que he visto desde el último post sobre cine que escribí y voy a ver si hablo de ellas en un par de días. "Ei Gas, ¿has recuperado el tiempo?" No, la verdad es que sigo tan ocupado como siempre. "¿Entonces?" Lo que pasa es que esta semana es la que en el ámbito universitario (al menos el de la UAB) se denomina semana blanca (o verde, o gris, o arcoiris, qué más da), una semana hecha para que los estudiantes cumplamos con nuestra evidente (¡ja!) función: estudiar (¡jaaaajajajaja!). Pero no lo olvidemos: ¡también somos humanos los estudiantes! ¡Y necesitamos tiempo para nosotros!

Y etc, etc, etc... No me iré por las ramas. Lo que quiero decir es que por muy ocupado que esté, saco momentos para ver películas (aunque haya de verlas a trozos).

A lo que iba, he tenido tiempo de ver algunas películas estos días y voy a hablar un poco sobre ellas y por qué me han gustado o por qué no me han gustado.

El padrino (partes II y III)

Vale, he tardado en verlas... ¡pero las he visto! Me va a costar hacer un comentario objetivo, pues la peli me ha encantado... ¡qué demonios! ¡La actuación de Robert de Niro es favulosa! Esa voz gastada y rota, increíble. ¿A alguien se le ocurriría algún actor mejor para interpretar a Vito Corleone en su juventud? A mí, la verdad, no se me ocurre nadie. Tan grande es su actuación, que eclipsa la historia principal del filme: la evolución de Michael Corleone como padrino y la ruptura con su familia de sangre. Ya sé que es un poco superficial hablar solo de papeles, pero creo que son de lo mejorcito que ha visto el cine.

Sobre la tercera parte, volveré a hablar sobre interpretaciones. Al Pacino se cree de verdad que tiene la edad que tiene Michael Corleone. Quizás su aspecto físico no sea el de un anciano, pero su mentalidad, su manera de hablar y de pensar hacen que olvidemos al jovencito Michael que vengó el tiroteo de su padre Vito y que, sin quererlo se convirtió en "el padrino". Sobre Andy García esa chulería (de niño bién rebelde, ¿por qué no?) que desprende le da un caracter especial que haga que al final acabemos adorando a ese idiota.

Me ha sorprendido la relación de los Corleone con el Vaticano. Creo que es bastante evidente que los hechos son ficticios, pero su encaje con la realidad es sublime (¡bravo, Puzo!).

El Padrino es una trilogía excepcional que, creo, brilla sobre todo por las grandes actuaciones de los actores que trabajan en ella.

Aquí les dejo un video de Padre de Familia donde hablan sobre El Padrino. Me encanta.