Érase una vez, en 1998, Whoopee Camp, una desarrolladora de videojuegos sin mucha fortuna en nuestro país (mejor dicho, en occidente) lanzó una de sus obras maestras (o la única): Tombi! (Tomba! para algunos). Tombi! es un plataformas en pseudo-2D (por ponerle algun nombre al género)para PSX que nos presenta la historia del jovencito Tombi, un chico con el pelo rosa y pantalones estrambóticos que emprende una cruzada contra los Cerdiablos, unas criaturas malvada (y divertidas) que coleccionan (roban) oro y siembran un peculiar caos allá donde van. Los Cerdiablos cometen el error de robar al peculiar héroe la pulsera su abuelo y, por tanto, Tombi inicia su particular venganza.Tombi, en su camino, conoce a cientos de personajes secundarios que piden ayuda a tombi en
otros cientos de misiones, hecho que le da al juego un aire de RPG genial.Tombi es un muy buen juego, com muchos números para convertirse en un clásico del género, un referente a seguir. Pero por desgracia, Whoopee no supo hacer una buena campaña publicitaria y el juego no obtuvo los resultados económicos que pensaba. Unos años más tarde volvieros a la carga con la segunda parte del mismo, que recuperaba al genial protagonista, muchos secundarios inolvidables (excepto Zippo, que no es un encendedor) y la mecánica de juego plataforma-misión. Pero, como punto negativo, el hecho de querer mejorar los gráficos con tanto esmero hizo que el juego perdiera su encanto inicial y se convirtiera en un juego notable y no excelente.
La publicidad de Tombi! fue el boca a boca y la mítica Demo1 de PSX. Si no fuera por esos dos elementos, el hombrecillo del pelo rosa, en lugar de ser un personaje más o menos conocido, hubiera sido un personaje desconocido.Teniendo en cuenta esto, como videojugador que soy, estoy seguro de que existen cientos de juegos de gran calidad que, por desgracia han quedado en la sombra y nunca (o quizás, gracias a Internet, alguna vez) veran la luz de un público considerable.
Si les gusta las buenas plataformas, busquen y jueguen a Tombi!. Les aseguro, de corazón, que no les dejará indiferente. ¡¡Ourea!!
Intro
El juego





